“VIDA A TRAVES DE LA MUERTE”

Nos escribe Miguel Navarro:

En estos días el calendario nos recuerda un hecho significativo fue cuando Jesús fue crucificado, nuestra sociedad lo recuerda con devoción, tristeza incluso con dolor, las procesiones en los diferentes pueblos y ciudades recuerdan con imágenes a un Jesús muerto clavado en una cruz.
Hay una pregunta que me hago y que deseo trasladar a todos que puedan leer este blog: ¿Sabrán las personas por qué y para quién murió Jesús?

La mejor respuesta nos la da el mismo Jesús cuando en el evangelio de Lucas capitulo unos días antes de ser crucificado con sus palabras decía:
“Ha llegado la hora para que el Hijo del Hombre sea glorificado”
De cierto, de cierto os digo, que si el grano de trigo no cae en la tierra y muere, queda solo; pero si muere, lleva mucho fruto.
El que ama su vida, la perderá; y el que aborrece su vida en este mundo, para vida eterna la guardará.
Si alguno me sirve, sígame; y donde yo estuviere, allí también estará mi servidor. Si alguno me sirviere, mi Padre le honrará.

Con esta paradoja del grano de trigo, Jesús estaba enseñando una gran verdad que ha afectado a millones de vidas en todo el mundo, El solemne “De cierto, de cierto, introduce algo importante, es que el fruto viene después de la muerte, si el grano de trigo no cae en la tierra y muere, no producirá fruto.
Jesús dice que solo a través de la muerte se logra una productividad real, en este caso se esta refiriendo a Él mismo. El tuvo que morir para darnos vida, una vida nueva con Cristo, tuvo que pagar el precio de mis errores y cumpliendo la voluntad de su Padre Celestial.

Estaba diciendo tres cosas, que son variantes de una verdad central de la fe y vida cristiana que podemos aplicarnos también a nosotros en este tiempo:

1.Solo por medio de la muerte viene la vida.

El grano de trigo es ineficaz e improductivo mientras se conserve, como si dijéramos, seguro y a salvo.
Es cuando se arroja a la tierra y se entierra y muere cuando posteriormente lleva fruto.
¿Qué es morir? ¿Qué significa para nosotros la figura del grano de trigo que cae en tierra y muere?
Cada vez que mi voluntad se contrapone con la voluntad de Dios y yo elijo obedecer a Dios, aunque humanamente me desagrade, me duela o me perjudique, el grano de trigo cae a tierra y muere.
Es la muerte a los intereses personales, al prestigio de este mundo, es poder confesar como dijo el Apóstol Pablo:
“Con Cristo estoy juntamente crucificado y ya no vivo yo, mas vive Cristo en mi” Gálatas, 2-20
Si el grano no cae a tierra, se conserva, siempre será identificable, será un grano ahora y muchísimo tiempo, solo uno.
El grano, cuando cae a tierra, se va desintegrando, pierde su individualidad y en un sentido ese grano se va a perder, pero al acabo de los años ha producido miles y miles de semillas.
Por la muerte viene la vida.

2.La única manera de no perder la vida es darla.

Encarnar la vida de Cristo significa una conversión que no se limita a lo que creemos doctrinalmente, sino que revoluciona y transforma nuestra concreta forma de vida, nuestros valores.
Amar la vida de este mundo y seguir a Cristo en muchas ocasiones se vuelve incompatible.
¿Cuáles son nuestras prioridades y nuestros objetivos en la vida?
No una, ni dos, sino muchas veces Jesús insistió en que el que atesora su vida acaba por perderla, y el que la entrega es el que al final la conserva.
Una y otra vez Jesús estableció esta ley: Marcos, 8 35:
“Porque todo el que quiera salvar su vida, la perderá; y todo el que pierda su vida por causa de mí y del evangelio, la salvará.”
El mundo se lo debe todo a los que se consumieron entregándose a si mismos sin reservas a Dios y a sus semejantes.
Cristo este en nosotros y con nosotros en ese consiste la vida abundante, lo demás resultara en vacío.

3.La grandeza no se obtiene más que mediante el servicio.

Desgraciadamente es muy cierto que la idea del servicio corre peligro de perderse en el mundo moderno.
Hay muchos comerciantes, industriales y políticos que lo son solo por lo que pueden sacar, sin pensar jamás en lo que pueden aportar a los demás, a la sociedad.
Jesús vino a este mundo con una nueva visión de la vida.
Los judíos consideraban la gloria como conquista, adquisición y poder; como el derecho a mandar, pero Jesús la veía como una Cruz.
Él le enseño a la humanidad que la vida solo viene mediante la muerte; que solo cuando la entregamos conservamos la vida, que la verdadera grandeza esta en el servicio.
Este pasaje termina con unas palabras bellísimas:
“Si alguno sirve a Cristo de la forma en que hemos estado comentando, el Padre le honrará”

M.F.N.G. Secretario de la Conferencia y Presidente del Consell Evangèlic de les Illes Balears.